miércoles, 18 de noviembre de 2015

CONTROL


Muchas personas se sienten más seguras cuando tienen todo bajo control.

La duda que surge aquí es sobre la palabra “TODO”. ¿Se puede tener TODO bajo control? No lo creo.

Ni en el terreno personal, ni en el terreno laboral, ni en ningún otro.

Tratas de controlarlo todo, tu vida, qué harás el sábado, cómo y cuándo llegarás al trabajo, con quién van tus hijos… Incluso puedes llegar a pensar en que no tenerlo todo controlado es irresponsable.

Así que tratas de controlar lo que pasa a tu alrededor, lo que haces, lo que hacen los demás, cómo lo hacen… Se trata de conseguir que se haga a tu manera.

¿Te reconoces?

Tratar de controlar todo lo que hacen las personas a nuestro alrededor, ya sea en el plano familiar como en el trabajo, es realmente difícil.

Las personas tienen la costumbre de pensar por sí mismas, y si se someten a un excesivo control pueden querer escapar del control y de la persona controladora.

Quien quiere controlar demasiado se encuentra haciendo su trabajo, y luego el trabajo de los demás, aunque ese trabajo ya haya sido hecho. Se delega aparentemente, pero luego se rehace lo que otros han hecho o se manda rehacer. Una y otra vez.

Sucede que el “Control Total” no existe. El mundo está sometida a una Ley de la termodinámica que se llama “Entropía”, y que simplificando mucho quiere decir que todo se desordena continuamente.

La seguridad que se alcanza al tenerlo todo bajo control es una falsa seguridad, porque tarde o temprano algo escapa a ese control, algo se desordena, algo cambia sin avisar. Y entonces las personas que “necesitan” tenerlo todo controlado se sienten completamente inseguras.

Llega un momento en que el control se descontrola, al querer tener todo vigilado. El deseo de control produce más control, y sigue así hasta que se vuelve insoportable.

Sucede con las cosas, con las personas, con el trabajo, y con una mismo.

Hay quien puede pretender también controlar las emociones, como si esto fuera posible. Se puede llegar a limitar la expresión de las emociones, para evitar que otros sepan cómo nos sentimos (no, no tiene demasiada utilidad excepto jugando al mus). Pero controlar las emociones no es posible.

Las emociones aparecen en nuestra mente, en nuestro cuerpo, según estímulos, situaciones y comportamientos de personas que no podemos controlar porque están fuera de nuestra esfera de acción.

En la película Inside Outside, las emociones parecen tener vida propia dentro del cerebro de cada personaje, y son ellas las que “guían” el comportamiento de las personas.

Lo más que se puede hacer con las emociones es tratar de negarlas, para ver si desaparecen.

Otra cosa es lo que decidamos hacer con esas emociones, y el tiempo que decidamos quedarnos en ellas. Este es un trabajo de la Inteligencia Emocional, primero reconocer las emociones, después elegir la acción a ejecutar.

Así que, mejor asumir que no podemos, ni necesitamos controlarlo todo. Dejar que los demás hagan su trabajo (se llama delegar) y que asuman sus resultados y consecuencias, sean las que sean. Dejar que el mundo nos sorprenda y emocionarnos como niños con esa sorpresa, sin pensaren si pudimos hacer que fuera distinto.

El autocontrol está bien, controlar el mundo, solamente lo imaginan los malos de las películas de James Bond, y nunca les funciona.

Más información sobre mí, y sobre mi trabajo, en www.gabinetesumar.com.


martes, 27 de octubre de 2015

QUEJARSE DEL MUNDO O SUPERAR LAS DIFICULTADES

Ejemplos de superación, o por qué las quejas no sirven para nada.

Quejarse es, según el diccionario, expresar con voz el dolor o pena que se siente, manifestar el resentimiento que se tiene de otra persona o manifestar disconformidad con algo o alguien.

Quejarse, sirve para desahogarse, para expresar disconformidad, y poco más.

Si queremos que alguien cambie de actitud, podemos reclamar ese cambio, advirtiendo que no nos gusta, y que preferiríamos otra forma de actuar.

Desde el Coaching se hacemos una distinción entre queja y reclamación.

Nos quejamos cuando no conseguimos lo que queremos, expresamos frustración. Esa queja a veces se expresa en público, nos hacemos víctimas de la situación o de las acciones de los demás.

Otras veces queda en nivel íntimo, seguimos siendo víctimas y además no somos capaces de expresarlo.

Alguien que se queja de su situación sin cambiar nada de lo que hace, es alguien que está perdiendo tiempo y energía en esa queja. Si quieres que las cosas cambien, actúa, ya sea para cambiar gobiernos o para mantenerlos, para cambiar tu futuro y para mejorarlo.

Si vamos a quejarnos, ante los demás o ante nosotros mismos, primero tendremos que saber qué queremos de esa queja, “para qué” expresamos algo que nos disgusta. Si es solo para decirlo y ya está, poco conseguiremos. Si queremos cambiar la conducta, la actitud de otros, tendremos que decir qué queremos y qué estamos dispuestos a hacer para cambiar la situación.

Reclamar, de manera asertiva y no violenta, para expresar nuestras emociones, para defender nuestros derechos y para expresar qué vamos a hacer y qué estamos haciendo ya.

No vale decir “es que no sabes lo difícil que es” “es que no puedo” es que es imposible”…

De Jennifer Pareja, jugadora de Waterlpolo internacional que ha sido nombrada mejor jugadora del mundo, dice su entrenador que basta con decirle que no puede hacer algo, para que se convierta en su prioridad. Es una actitud frente a las dificultades.

Otra sería darse por vencido sin presentar batalla.

Hace poco mi hijo vio en el colegio un  vídeo llamado “El circo de las mariposas”. Es un vídeo que le dejó impresionado, especialmente por la aparición de un personaje, Will, interpretado por Nick Vujicic.



Tanto el personaje como el actor nacieron sin brazos ni piernas. Te invito a que busques en Internet más charlas e información sobre de esta persona, merece la pena.

El mensaje es claro, si quieres puedes, pero has de hacer algo más que quedarte en el sueño de lo que te gustaría. Para conseguir las cosas tienes que esforzarte, perseguirlas.

En el vídeo del que he hablado antes, dos personajes le dicen a Will:

“Eres el hombre maldito al que dios dio la espalda…”

Uno se lo dice de forma insultante, mientras lo presenta en un circo de “monstruos” (es decir, compuesto por personas que son distintos a la gran mayoría).

El segundo, se lo dice para que despierte, para después explicarle, con una frase, por qué es una persona hundida, por qué no ve futuro:

PORQUE SE LO HA CREÍDO.

Si crees que tus circunstancias son peores que las del personaje, y que las del actor que lo encarna, que es una persona real, puedes hacer dos cosas.

Una, darte por vencido y asumir que eres lo que crees, una persona derrotada y sin más futuro que esperar que los días pasen.

Otra, luchar por conseguir tus metas, sean cuales sean. Recuerda que cuanto más difícil sea la meta, mayor es la gloria para quien la alcanza.

Todo depende de qué decidas creer, si creerás lo que otros han dicho de ti, o lo que tu mismo te dices que puedes llegar a ser si te atreves.

Ahora decide si quieres  seguir quejándote o hacer algo.

Como siempre, estoy a tu disposición en www.gabinetesumar.com

martes, 13 de octubre de 2015

Qué esperar del Coaching con Adolescentes

En una entrada anterior ya traté este tema, pero, como en todos los inicios de curso, creo que es un buen momento para retomar algunas ideas.

En la entrevista inicial con los padres de adolescentes con los que voy a iniciar un proceso de Coaching, se repiten a veces declaraciones como las siguiente:

- Padres: “Cuando le pregunto por los estudios siempre me dice que todo va bien, que los exámenes le han salido bien, que lleva todo hecho, que quiere seguir estudiando… pero al llegar las notas resulta que ha suspendido…

En la sesión inicial con el adolescente, a veces se repiten conversaciones como la siguiente:

Adolescente: “Sí que quiero estudiar.”

Coach: “”¿Qué te falta entonces?”

A: “Estudiar más”

C: “Y, ¿Qué necesitas para estudiar más?”

A: “No sé.”

C: “Entonces… ¿Qué te impide estudiar?”

A: “No sé, me despisto, me duermo, pienso en otras cosas…”

La zona de confort de los adolescentes, es muy grande, por lo que salir de un espacio mental tan cómodo y tan amplio se hace complicado.

Son niños felices, felicísimos, que en realidad no quieren salir de su zona de confort, porque no lo necesitan. Además no ven en el futuro un foco de calor y seguridad, sino un lugar frío e inseguro.

¿Cómo hacer?

Los adolescentes tienen mucho trabajo que hacer para salir de esa comodísima zona de confort.

La primera tarea del coach es exponer que el trabajo es del adolescente, porque es él (o ella) quien necesitar cambiar para poder enfrentarse por sí mismo a la vida, para poder alcanzar sus objetivos. Se trata de “empoderar”, palabra que significa “dar poder”, o más bien, “adquirir el poder y el control” sobre la vida propia.

También debe el adolescente responsabilizarse de sus resultados, y dejar de culpar a los demás (profesores, hermanos, padres , amigos, personajes de los videojuegos…) y al entorno.

Otro aspecto a trabajar con ellos es lograr que encuentren SU motivación, aquello que les hace sentir bien, en lo que querrían trabajar, esa actividad o pensamiento que les impulse a levantarse…

No es tal fácil. Muchos adultos no encuentran su motivación interna para salir de su zona de confort.

Necesitan descubrir sus puntos fuertes, y las zonas de mejora.

Necesitan aprender a tomar decisiones, y a mantenerlas.

Y luego tomar una decisión sobre cual es su próximo objetivo.

Esto lleva tiempo, y a veces el adolescente se enroca en una posición en la que no quiere ver lo que le sucede, especialmente después de verbalizar una duda, un secreto oculto, una idea que se esconden a sí mismos.

El Coaching no es una varita mágica que vaya a sacar al adolescente de su zona de confort, que vaya a producir inmediatamente cambios evidentes. Es un proceso en el que cada adolescente encuentra en su interior la fuerza para salir a la vida y afrontar las decisiones que debe tomar, un proceso para comprender que puede llegar a ser aquello que quiera ser, que puede alcanzar sus metas, pero que para ello no solo basta quererlo desde la comodidad de los sueños.

Necesita quererlo desde su interior, para transformar ese sueño, en una visión, y ese deseo en un impulso para actuar.

Querer es poder, siempre que se actúe.

Si eres adolescente, o tienes hijos adolescentes, tienes más información en la página web www.gabinetesumar.com, y puedes contactar conmigo en alberto.sillero@gabinetesumar.com


Si perteneces a una Asociación de Padres y Madres (APA -AMPA) de un colegio, y quieres que dé una conferencia gratuita en el colegio de tus hijos sobre este tema o sobre violencia de género en adolescentes, puedes también ponerte en contacto conmigo en el correo de arriba, para concretar fechas.

lunes, 4 de mayo de 2015

Conferencia sobre Violencia de Género en Adolescentes

Conferencia sobre violencia de género en adolescentes.

El día 7 de mayo de 2015, a las 19:00, daré una conferencia sobre violencia de género en adolescentes en el Centro Cultural Buenavista, en la Avenida de los Toreros, número 5 de Madrid.

Pulsa aquí para encontrarlo en Google Maps:

Con esta conferencia, trato de concienciar sobre un problema que, a mi juicio, es cada vez mayor y más preocupante.

En un informe del Banco Mundial, en mayo de 2014, se advertía que el 30% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual a manos de sus parejas.

En España, en un estudio publicado por El País en noviembre de 2014, se advertía que uno de cada cuatro jóvenes andaluces piensa que el lugar de la mujer está en su casa,  un  20% cree que la mujer es más débil que el hombre.

En otro informe, también publicado por El País, en enero de 2015, se indica que uno de cada 3 jóvenes españoles, de entre 15 y 29 años, considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias controlar los horarios de sus parejas, impedir que vean a sus familias o amistades, no permitirles que trabajen o estudien o decirles lo que pueden o no pueden hacer.

Con esta información parto en las conferencias sobre este tema, buscando describir qué es la violencia de género más allá de la violencia física, los juicios, prejuicios y creencias que se esconden detrás de la violencia de género, los efectos que tiene sobre acosadores y víctimas, las formas de detectarla tanto para sí, como para las adolescentes que tengamos a nuestro alrededor…

Pero sobre todo, de lo que la conferencia trata es sobre qué podemos hacer, para ayudar a otras personas, y, especialmente, qué puede hacer cada adolescente por sí misma.

Así que con esta entrada quiero invitaros a la conferencia de este jueves 7 de mayo.


miércoles, 25 de marzo de 2015

Llegan las notas

Llegan las notas

La Semana Santa marca el final de la segunda evaluación académica.

Los alumnos de últimos cursos de primaria y los de secundaria  comienzan a ponerse nerviosos (algunos), ante la posibilidad de suspender el curso. Los padres comienzan a contratar profesores particulares si no lo han hecho antes.

Para los alumnos de bachillerato la situación puede ser más complicada. Porque suspender no sólo es negativo para sus intereses inmediatos. Una nota baja les puede apartar de la carrera que pretendan hacer en el futuro.

Actualmente (estamos en marzo de 2015) al acabar los dos cursos de bachillerato los jóvenes necesitan superar el examen de selectividad  para entrar en una carrera universitaria,y la nota de bachillerato cuenta en selectividad. 

Es ahora cuando necesitan mejorar su rendimiento, más allá de aprobar.

Necesitan aprender conceptos para obtener calificaciones, comprenderlos para que les sirvan en su futuro académico; pero también necesitan aprender a aprender.

A veces también necesitan aprender sobre sí mismos, reconocer sus puntos fuertes y aquella zonas de su persona que puedan mejorar (podríamos llamarlas debilidades).

El Coaching con adolescentes es un método relativamente rápido de alcanzar objetivos. No suele ser inmediato.

Permite que el adolescente se dé cuenta de lo que necesita. De lo que es capaz de hacer. De lo que no está haciendo para alcanzar sus metas. De cuáles son esas metas y de si son suyas o de sus padres, estableciendo entonces las suyas propias.

En el proceso se busca para qué hace o no hace. Es decir, qué quiere conseguir con su actitud.

Buscamos que la motivación para estudiar sea interior y no exterior.




En los procesos de Coaching con adolescentes, suelen pedirse, por los padres y por los propios adolescentes también, técnicas de estudio y de mejora del rendimiento (sobre estos temas traté en los primeros posts de este blog, puedes verlos a la derecha, desde septiembre de 2012, te invito a navegar por el Archivo del Blog)

Vale, hasta aquí lo fácil.

Ahora, ¿cuántos y cuántas  adolescentes suspenden porque en el examen se quedan en blanco?

La ansiedad ante los exámenes produce esos efectos. El adolescente no obtiene el resultado que le correspondería por el esfuerzo realizado simplemente porque está demasiado nervioso. La clave está en la palabra demasiado.

Se puede entrenar para calmar esa ansiedad de forma que los conocimientos fluyan mejor.

Por ejemplo mediante repeticiones imaginadas de los exámenes, mediante anclajes positivos, mediante técnicas de relajación o con una versión rápida de “toma  de tierra” o mediante autoinstrucciones.

Podéis emplear la información incluida en este blog, o en cualquier otro lugar de Internet (eso sí, recordad ser críticos siempre con la información de Internet).

También podéis apoyar a vuestros adolescentes con un profesional especializado. Estamos para eso.

Más información, como siempre, en www.gabinetesumar.com



miércoles, 14 de enero de 2015

Coaching y familia. Expresión de emociones escondidas

Las personas somos seres sociales, vivimos en comunidades, trabajamos en grupo. Pertenecemos, en definitiva a varios sistemas, esto es, conjuntos de personas interrelacionados.

Uno de esos sistemas es la familia.

Cuando se trabaja con adolescentes, como me sucede a menudo, la familia es uno de los aspectos más relevantes, puesto que buena parte de sus comportamientos, valores, juicios, creencias y motivaciones externas están en muchas ocasiones íntimamente relacionadas con su familia.

En cualquier sistema una de sus características es la forma de expresión de las emociones, y además las emociones propias del sistema, diferenciadas de las de sus miembros.

Es, para mí, especialmente importante la expresión de emociones en la familia, entre sus miembros y como sistema. La emocionalidad de la familia está siempre presente, y es cambiante en función de su entorno. Por ejemplo en un negocio familiar se expresan unas emociones que difieren de cuando esa misma familia está de vacaciones

Las emociones de la familia pueden ser distintas de las emociones personales de cada miembro, exactamente igual que en todos los sistemas. Además en las familias existen valores que se transfieren, valores que son comunes aunque no estén expresados.

Por último también son importantes las formas de comunicación de los miembros de la familia entre sí y en conjunto.

Y es que las emociones en la familia, y la expresión de las mismas pueden provocar en los adolescentes creencias incapacitantes sobre sí mismos.

La decepción de los padres porque el adolescente no sigue la carrera imaginada por ellos, o por no obtener las calificaciones que esperaban puede ser una causa, aunque parezca que no se dice abiertamente.  

Cuando comienzo un proceso de Coaching con adolescentes, mantengo al menos en el inicio una sesión con la familia para comprobar las relaciones existentes. A veces son necesarias más sesiones, especialmente cuando el adolescente manifiesta dependencia o creencias invalidantes fundadas en las relaciones familiares.

En las sesiones de Coaching familiar busco esas emociones para devolverlas, para hacerlas visibles. Busco también los valores y las creencias de la familia como sistema.

Me gusta pensar en las familias como equipos, de forma que cuando las emociones se hacen presentes y explícitas, igual que los valores y las creencias incapacitantes de ese equipo para el conjunto o para cada uno de sus miembros, resulta más fácil que se comuniquen de forma no violenta, que se comprendan posturas, y en definitiva que se trabaje para un objetivo común, que en el caso de las familias suele ser el bienestar de todos y en especial la capacitación de los hijos para que tomen las riendas de su propia vida.

Un juego que propongo en algunas sesiones familiares es que cada uno de los miembros de la familia coloquen en un tablero de ajedrez las piezas que quieran y en la forma que quieran, teniendo en cuenta solamente que cada pieza debe representar a un miembro de la familia o bien una persona allegada y presente en la familia para aquel que coloca las piezas. Después les pido que expliquen quien es cada pieza, y que hay detrás de las relaciones que se expresan por la posición de las piezas.

No está permitido interrumpir a ningún otro miembro de la familia. Y advierto que es preferible que no cambien ni las piezas ni sus posiciones en el tablero que ellos han dibujado, mientras escuchan a los demás.

Resulta sorprendente observar cómo se disponen esas piezas, cómo algunas “atacan” a otras, o como se han dispuesto par “defenderse”. También resulta ilustrador para la familia observar la presencia de piezas aparentemente ajenas a la familia, inesperadas.

A veces los adolescentes comprenden en este proceso motivaciones de los padres. Y otras veces son los padres los que descubren motivos, creencias y valores en sus hijos que no habían percibido antes.